jueves, 24 de julio de 2014

Algunos consejos para escribir microcuentos:


1. Un microcuento, como su nombre lo dice, es un cuento en pequeño, por tanto, como el cuento, éste debe tener inicio, desarrollo y desenlace, con su clímax (microclímax) incluido.
2. Un microcuento no es una ocurrencia ni una historia sin más. Su argumento debe estar bien pensado con respecto del conflicto que desea plantear el escritor con el afán de que éste se resuelva en el desenlace y tenga su certero efecto en el lector.
3. Como el cuento, el microcuento debe ser breve (súperbreve), no más de una página, ni debe tener muchos personajes, más de tres personajes en un microcuento son demasiados.
4. Debe plantear un conflicto, tener tensión e intensidad, como los cuentos. Nada deber ser colocado de manera innecesaria.
5. Es preferible que se desarrolle una sola escena y que el tiempo del relato sea uno de principio a fin debido al poco espacio y a la posible pérdida de tensión que pudiera tener el microcuento.
6. En ocasiones funciona más la acción en los microcuentos que la descripción, a menos que el manejo del conflicto y el uso del lenguaje sean extraordinarios.
7. Ten en cuenta que, por el reducido espacio que hay para contar, todo lo que uno escribe en un microcuento tiene una función precisa, incluido el título, que en el microcuento adquiere enorme relevancia.
8. Piensa en dos o tres posibles desenlaces para tu microcuento, eso te ayudará a verlo en perspectiva y a plantearte diversos enfoques del mismo.
9. No expliques ni intentes convencer al lector de la verosimilitud de tu microcuento. Cuando alguien te lee hace en principio un pacto contigo (el lector espera creer lo que vas a contarle), depende de tu forma de narrar que el lector respete ese pacto.
10. Aprende a sintetizar. Cuando hayas asimilado esta parte del arte literario tus cuentos crecerán en tamaño y en calidad.
11. Huye de los lugares comunes, en los microcuentos y en todo lo que escribas.
12. Disfruta lo que escribes. Si bien el ejercicio de la escritura tiene una enorme carga de estudio y disciplina ésta tiene su recompensa por el placer que el escritor siente al escribir y que proyecta en lo que escribe.